La Globalización requiere un mayor número de actividades económicas en el extranjero, en las que están incluidas las pequeñas y medianas empresas. La apertura de una oficina comercial en un mercado objetivo es a menudo es el mejor camino para poder reaccionar rapidamente y localmente a las necesidades de los clientes.
Tanto el conocimiento del mercado como el conocimiento de económico y cultural de Europa simplifican las alianzas.